De la batalla de Cavite a Puerto de la Torre

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Antes de la erección canónica de nuestra parroquia, Puerto de la Torre era asistido por los Confesores de las Hermanas Terciarias Franciscanas de los Sagrados Corazones, únicas religiosas en el momento en nuestra barriada. Si bien esta orden era la encargada del cuidado y asistencia de la Iglesia, eran los propios capellanes los que administraban los sacramentos.

De esta forma, en el año 1937, el Obispo D. Balbino Santos nombró como Ordinario de las Terciarias a D. Antonio Blanco Cardona,  sacerdote malagueño, que rechazó su jubilación para seguir ejerciendo su labor pastoral en nuestro vecindario hasta 1941, cuando fue trasladado a Carratraca.

D. Antonio entró en el Seminario de Málaga muy joven, llegando a licenciarse en Derecho Canónico y tras su ordenación en 1887, ejerció como Coadjutor en la parroquia de San Felipe. No pasaría mucho tiempo hasta que ingresara en el Cuerpo de Capellanes de la Armada.

En aquellos años, España vivía sus últimos tiempos como imperio y se producían continuas revueltas en las colonias de ultramar de Cuba y Filipinas provocando que el Gobierno decidiera reforzar las flotas del Atlántico y del Pacífico.

Es en 1896 cuando el Crucero Castilla, del que D. Antonio era capellán, se dirige a Filipinas, con la intención de apoyar las distintas operaciones contra los rebeldes y permanecer allí hasta que la zona se apaciguara, pero nada hacía suponer que dos años mas tarde, tras el hundimiento del Maine en la bahía de Santiago de Cuba, Estados Unidos declararía la guerra a España.

El crucero Castilla formó parte del conjunto de buques españoles que intentaron evitar el asedio del Comodoro Dewey y su flota en la fatídica Batalla de Cavite (1 de mayo de 1898), derrota que supuso la perdida de las colonias del pacífico en favor de de EE.UU. tras cerca de 400 años de dominación española.

D. Antonio Blanco fue uno de los supervivientes del desastroso encuentro, retornando a la península inmediatamente después y ejerciendo diversos cargos eclesiásticos de relevancia en la Armada. Se retiró en Málaga, aunque decidió seguir ejerciendo como confesor de las Terciarias Franciscanas y sacerdote en nuestra parroquia (entre otras atribuciones) hasta que fue destinado a Carratraca, donde pese a los inconvenientes de su avanzada edad, destacó por su labor pastoral,  falleciendo el 11 de mayo de 1945 a los ochenta años de edad.

Crucero Castilla Cavite
Crucero Castilla tras la batalla de Cavite. US Navy Historical Center

 

 

Batalla de Cavite
Detalle de la batalla de Cavite. Cuadro de Ildefonso Sanz Doménech.

 

Alberto Martín Palacios y Francisco M. Sánchez Jiménez